domingo, 12 de agosto de 2012

Pastissets de Menorca… y panecillos de leche con sobrasada!

Se acabaron las vacaciones y si he de seros del todo sincera el pasar lo que queda de agosto encerrada en el despacho me tiene un pelín turbada… (por decirlo finamente).
En cualquier caso, y antes de seguir lamentándome por el hecho de volver a la realidad, mejor os cuento un poco el porqué se hace tan dura la vuelta este año. Pues porque mi media naranja y yo nos hemos pasado tres semanas totalmente desconectados del mundo y eso es prácticamente imborrable (cosa que ayuda mucho de cara a afrontar un nuevo año lleno de miles de retos por superar J).
Seguro que os acordáis de mis largas caminatas domingueras por caminos de Collserola o de Monistrol, ¿verdad? Pues en eso han consistido las dos primeras semanas de nuestras vacaciones, pero en lugar de ser cerquita de casa nos hemos ido a Asturias y a Galicia. Hace unos años nos animamos a hacer el Camino de Santiago y el Camino Francés fue nuestra elección. Que queríamos volver a vivir la experiencia ambos lo sabíamos, pero asimismo teníamos claro que nos gustaría probar otra ruta, a poder ser, menos concurrida y ¡lo hemos logrado! Esta vez elegimos el Camino Primitivo y os aseguro que no podríamos haber hecho una elección mejor. En el 2010 hicimos el Camino a Covadonga y nos quedó claro que cualquier otra ruta que pasase por Asturias nos iba a encantar, así que este año nos hemos animado a hacer esta  variante mucho menos conocida (por suerte para nosotros) y por tanto con muchísima menos gente. Aproximadamente solo un 3% de la gente que se lanza a hacer el Camino elige esta ruta y, creedme, eso es algo que hace que sea auténticamente mágico el caminar por sus senderos llenos de vegetación.




Para no perder la costumbre salíamos a caminar temprano para intentar evitar el calor, sobre las 5:30h, así que también pudimos disfrutar de las brumas matinales y de increíbles amaneceres en medio de la “nada”…




¡No hay un lugar mejor donde perderse!

Y tras más de 300 km finalmente llegamos a Santiago, una de las ciudades más bonitas no solo de Galicia, sino de toda España. Los peregrinos llenando cada rincón con sus mochilas y sus bordones le dan a Santiago un encanto especial solo superado por sus calles empedradas, su magnífica Catedral y su Mercado de Abastos. 



Como podéis comprobar soy una auténtica enamorada de este rincón del mundo. A mi modo de ver es, sin duda, otro pedazo de cielo del que podemos (y hemos) de disfrutar! Ah! Y antes de emprender el regreso a casa no os olvidéis de pasar por la Frutería Victoria (C/ Hórreo 55)  donde venden las mejores (realmente impresionantes) empanadas de Santiago J, ñam, ñam! ¡¡Lo que cuesta es elegir de qué las quieres!! De zamburiñas, mejillones, bonito con pasas, zorza… manzana…
Pero finalmente tocaba volver a casa, así que cogimos nuestras mochilas (y nuestras empanadas que perfumaron tooooodoooo el avión J) y de vuelta a Barcelona…, je, je, pero solo por unas horas, porque todavía tenía canguro para otra semana, así que nos cogimos el coche y nos escapamos unos días a nuestro otro rincón preferido del mundo: Menorca. Desde que la pisamos por primera vez hace ya nueve años que nos quedamos totalmente enamorados y eso viniendo de alguien a quien no le gusta especialmente la playa os aseguro que es un gran logro. Días de descanso para el alma y para nuestros cuerpos que empezaban a necesitarlo después del achuchón que les habíamos dado.



Un apartamentito apartado del mundo, un par de calas alejadas del ruido y de las masas de turistas, un buen libro y el amor de tu vida al lado y la realidad se torna un auténtico sueño J! Pero también de los sueños hay que despertar (aunque sobre eso tengo que seguir reflexionando porque estoy segura de que hay alguna forma de acercar más los sueños a la realidad… si encuentro la manera os prometo daros la fórmula!) así que cogimos nuestro cochecito con nuestros trastos y nos volvimos a Barcelona a achicharrarnos un poco más J!
Y entre lavadora y lavadora (como no podía ser de otra manera) y a fin de intentar hacer el regreso un poco menos duro… he encendido el horno. Sí, sí, ya lo sé, tal vez sea un poco locura con el calor que hace, pero con un buen tazón de té y el ventilador como compañero (no consigo acostumbrarme al aire acondicionado…) no hay nada que sea insoportable. La duda era si hacer una Tarta de Santiago o unos Pastissets de Menorca… y finalmente han ganado estos últimos. A mi media naranja le encantan y como los hago más pequeñitos que los originales se los mete en un mini tupper y se los lleva al trabajo para merendar J. Ah, y aprovechando que me he traído un poquito de sobrasada… también he preparado unos panecillos de leche con ella, je, je, así la añoranza no será tanta J. Bueno, ahí os dejo las recetas.
Pastissets de Menorca



Ingredientes
400 gr de harina
200 gr de azúcar
3 yemas de huevo
200 gr de manteca de cerdo
Ralladura de limón (opcional)
Azúcar glas para decorar
Elaboración
Precalentar el horno a 180°C.
Estas galletas son extremadamente fáciles de preparar. Tan solo has de coger un bol y mezclar en él el azúcar con las yemas, la harina, la ralladura del limón (si te decides a usarla) y la manteca de cerdo. Una vez estén todos los ingredientes bien integrados ya será la hora de estirar la masa con un rodillo dejándola de un medio centímetro de grosor. Con un cortapastas de forma de flor iremos cortando las galletas y las iremos poniendo sobre la bandeja del horno, que tendremos forrada con papel de cocina. Ahora tan solo nos queda hornear nuestras galletas entre 8 y 10 minutos (deben quedarnos no muy tostadas).
Las dejamos enfriar en una rejilla y las espolvoreamos con abundante azúcar glas.
Este es el resultado:


En cuanto a los panecillos de leche con sobrasada son los mismos que preparé para el Brunch del Día de la Madre. Por si acaso, os refresco la memoria.
Panecillos de leche con sobrasada (receta de los panecillos de La receta de la felicidad)



Ingredientes
500 g de harina de fuerza
25 g de levadura fresca de panadería
250 ml de leche
70 g de mantequilla, en pomada
40 g de azúcar
1 huevo
2 cucharadas de miel
1 pizca de sal

Elaboración
Cogemos un bol y mezclamos la harina con la levadura. Luego añadimos el huevo, la leche, el azúcar, la miel y la sal y vamos mezclando. Después añadimos la mantequilla y nos ponemos a amasar hasta que nos quede una masa suave, elástica y un poco brillante.
Le damos forma de bola y la volvemos a meter en el bol ligeramente engrasado. La tapamos con un plástico y con un trapo de cocina y la dejamos levar un par de horas (veréis que en este tiempo doblará su volumen).
Una vez ya esté lista la volvemos a sacar del bol y la amasamos ligeramente para desgasificar la masa. Tras unos segundos ya será la hora de dividir la masa en porciones (unas 16, pero siempre dependiendo de si os gustan más o menos grandes). Estiramos cada una de las porciones, les ponemos un poco de sobrasada dentro y formamos los rollitos. Cuando estén listos ya los podemos pintar  con un poco de leche y los dejaremos sobre la bandeja del horno, previamente forrada, durante unos 20 minutos aproximadamente. Aprovechamos para ir precalentando el horno a 180°C.
Pasado este último reposo ya podemos meterlos en el horno durante unos 10-12 minutos (no deben tostarse mucho). Y a enfriar durante un ratín encima de una rejilla. Lo mejor de todo es que quedan muy tiernos y esponjosos y además se pueden congelar, así que siempre puedes tener algunos por si se presenta alguna visita inesperada (o por si tienes algún que otro antojo…). Ah, y si te animas, también puedes rellenarlos de crema de chocolate… una auténtica perdición… Este es el resultado:



Et c’est tout! Espero que os hayan gustado y que os animéis a probarlas!

Enviada a YeastSpotting

2 comentarios:

  1. LEVO A RECEITA DOS PATISSETS-DE-MENORCA POIS GOSTEI DO ASPECTO E TENHO MUITA VONTADE DE OS FAZER.
    GOSTEI DO QUE VI POR AQUI, VOLTAREI .
    ATÉ BREVE.
    BOA SEMANA
    BJS

    ResponderEliminar
  2. !Bienvenida!!Me alegro de que te gusten! Ya me dirás cómo te quedan, besos

    ResponderEliminar